La válvula antiretorno se instala cuando la tubería tiene una inclinación muy ligera, que podría hacer que el agua vuelva de nuevo al lugar del que procede. En saneamientos se pueden producir desde olores desagradables hasta desbordamientos, con los inconvenientes que esto supone.

También se instalan en zonas en las que puede haber inundaciones. En estos casos la corriente fluye en sentido contrario al natural, entrando por las tuberías y haciendo que en lugar de evacuar se forme una fuente, causando graves daños debido a que no está preparado para soportar la acción de agua o la humedad, como en los suelos de las viviendas.

Lo mejor es proceder a la instalación de la válvula desde el principio; por lo que se recomienda cuando se va a renovar una bajante o en obra nueva.

En caso de que haya una arqueta desde la que acceder, se puede colocar una válvula antiretorno sin necesidad de romper nada. Si no la hubiera, sí que sería necesario abrir un hueco y colocar un tramo de tubería con la válvula incorporada. Contacte con nosotros para que le indiquemos cuál es el modo menos agresivo para proceder a la instalación.