Es posible que haya filtraciones debido a una tubería rota. Antes la solución era romper la pared y ver de dónde procedía el problema, una tarea que llevaba bastante tiempo y era costosa, porque había que arreglar tanto la rotura de la tubería como la de la pared.

Con una cámara se puede encontrar el problema sin hacer un agujero. Una vez que lo hayamos localizado, podemos estudiar la mejor manera de reparar la tubería, muchas veces sin romper nada.

El diámetro de tubería en el que se pueden usar nuestras cámaras abarca desde los 32 hasta los 600 milímetros. Es decir, que podemos encontrar problemas en tuberías muy estrechas, hasta en grandes canalizaciones como alcantarillado o redes de saneamiento industrial.

Hay muchas razones por las que usar una cámaras de inspección de tuberías en caso de atascos, averías o roturas. La principal es el ahorro que supone, además de poder acceder a lugares que de otro modo serían casi imposibles.

Al grabar las imágenes con una cámara de inspección de tuberías de alta definición, se puede revisar con tranquilidad todo el recorrido. Incluso volver a hacerlo sin necesidad de repetir el proceso hasta dar con el problema.

También se pueden realizar tareas en áreas peligrosas, como zonas de vertidos tóxicos. Sin necesidad de llevar un equipamiento especial, como ocurre cuando se hace una inspección visual a cargo de un operario.

En resumen, con una cámara de inspección de tuberías se ahorra tiempo y dinero.